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| Nuevas tecnologías, información, comunicación vs. intervención psicológica |
Intervención psicológíca Online: reto del psicólogo del siglo XXI
Con el auge actual de las TICs (Tecnología, información y comunicación), y el aumento de problemáticas sociales propias del contexto colombiano, los profesionales de la salud mental, en particular los psicólogos, se enfrentan hoy en día a estos cambios y exigencias en la prestación de servicios, obligándolos a reformular sus marcos teóricos y fundamentos explicativos. Uno de ellos concierne a la denominada atención psicológica online.Las opiniones en torno a este tema se encuentran divididan entre aquellos que la consideran impertiente debido a la necesidad del encuentro cara a cara que propicia el vínculo terapéutico o lo que desde el psicoanálisis se ha formalizado como transferencia; entre otros que promueven esta práctica de modo que sea la disciplina la encargada de reformular nuevos principios teóricos y prácticos en función de los cambios e innovaciones en la sociedad y la cultura; y hay otros que mantienen una distancia frente a este tema sin ofrecer opinión alguna. (Vásquez, 2012)
¿Cuáles entonces son los límites y alcances de la psicología en el contexto de las nuevas tecnologías y redes sociales? La respuesta a este interrogante dependerá de los argumentos éticos y legales a los que se ve condicionado todo profesional de la psicología. Éticos, en tanto ello implica para algunos consentir con los demandas de ciertas personas que prefieren la comodidad sin asumir su propia responsabilidad en todo proceso psicológico. No obstante, esto no excluye que, cumpliendo con algunas condiciones especiales como el uso de micrófono, cámara web, entre otras herramientas, sea posible concretar algunas citas presenciales cuando la situación así lo amerite, haciendo de la lógica de la relación psicológo-cliente un contexto más flexible, direccionado por el profesional quien será el encargado, luego de un proceso de evaluación, de definir el número de sesiones, sus características virutales o presenciales, es decir, sus límites y alcances.
En cuanto al factor legal, que también tiene incidencias en la posición del psicólogo frente a este asunto, es preciso aclarar que en Colombia, el ente administrativo y de control sobre las actividades de estos profesionales, es el Colegio Colombiano de Psicólogos, representante del gremio frente al Estado y promotor del Código deontológico, el cual regula y sanciona, según el caso, la práctica del psicólogo en asuntos como el abuso de confianza, revelación de información sin el debido consentimiento informado, etc.
De acuerdo a lo anterior, podría concluirse que sólo será el psicólogo quien, siguiendo los parámetros de su formación y acogiéndose a las normas estipuladas por el código deontológico propuesto por el Colegio Colombiano de Psicólogos y legalizado frente al Gobierno, podrá determinar si puede llevar a cabo este tipo de intervenciones psicológicas luego de un proceso de evaluación y diagnóstico basado en la experticia y conocimiento, más que en la opinión o suposición frente a las nuevas configuraciones producto de la información, las nuevas formas de tecnología, y las herramientas de comunicación.
Maricelly Gómez Vargas
Psicóloga
Universidad de Antioquia
